Es curioso cómo funciona el cerebro humano, cómo pensamos, cómo cambiamos de humor, cómo se nos ocurren las ideas...
He empezado el día deseando que no fuera demasido horrible (madrugar, hospi, uni, biblio, tren, casa, funky, casa otra vez...) y todo eso con la resaquilla de las cervezas de ayer...
De pronto en el gimnasio de niños la idea de Pepa de poner a Edurne a dibujar, y ya que estaba me empatizo con ella y me pongo yo también a pintar, sin preocupaciones, como cuando tenía 5 años y lo que más me importaba era si dibujaba una casa o un perro, o una casa con un perro. Ahí pasándonos los rotuladores , decidiendo qué colores usar, descubriendo si pintaban bien o no, mirando de reojo lo que ella dibujaba y tapando el mío cuando ella miraba... Resultado: sus formas geométricas de colores y ella en el medio y mis 5 monigotes (Edurne en el centro y Alba, Laury, Nuria y yo alrededor con nuestros pijamas). Se lo cambio por un beso, el suyo se queda colgado en el gimnasio (espero que algún día me regale uno).
No te hemos sacado ni una palabra (lo conseguiremos...), pero me has dado mucho más. Me has dado un rato de paz, sin estrés, sin nada en la cabeza, sólo tranquilidad. Toda una tarde recordando y dando vueltas a aquello.
Lo bueno y malo de asociar canciones a momentos y personas es que al escucharlas vuelves a esos momentos sean buenos o no. Música de antes y cosas pasándome por la cabeza consiguen que se me caiga una lagrimilla. Quiero más. Lo necesito. Llevo mucho, muchísimo tiempo sin llorar y una lágrima no es suficiente. Mañana me tocará ver alguna peli triste... Necesito una limpieza de alma... Gracias pequeña por transportarme unos añitos atrás. Ya has hecho gran parte del trabajo. A partir de ahora me voy a pasar a los garabatos, son mejores que cualquier psicólogo.
He empezado el día deseando que no fuera demasido horrible (madrugar, hospi, uni, biblio, tren, casa, funky, casa otra vez...) y todo eso con la resaquilla de las cervezas de ayer...
De pronto en el gimnasio de niños la idea de Pepa de poner a Edurne a dibujar, y ya que estaba me empatizo con ella y me pongo yo también a pintar, sin preocupaciones, como cuando tenía 5 años y lo que más me importaba era si dibujaba una casa o un perro, o una casa con un perro. Ahí pasándonos los rotuladores , decidiendo qué colores usar, descubriendo si pintaban bien o no, mirando de reojo lo que ella dibujaba y tapando el mío cuando ella miraba... Resultado: sus formas geométricas de colores y ella en el medio y mis 5 monigotes (Edurne en el centro y Alba, Laury, Nuria y yo alrededor con nuestros pijamas). Se lo cambio por un beso, el suyo se queda colgado en el gimnasio (espero que algún día me regale uno).
No te hemos sacado ni una palabra (lo conseguiremos...), pero me has dado mucho más. Me has dado un rato de paz, sin estrés, sin nada en la cabeza, sólo tranquilidad. Toda una tarde recordando y dando vueltas a aquello.
Lo bueno y malo de asociar canciones a momentos y personas es que al escucharlas vuelves a esos momentos sean buenos o no. Música de antes y cosas pasándome por la cabeza consiguen que se me caiga una lagrimilla. Quiero más. Lo necesito. Llevo mucho, muchísimo tiempo sin llorar y una lágrima no es suficiente. Mañana me tocará ver alguna peli triste... Necesito una limpieza de alma... Gracias pequeña por transportarme unos añitos atrás. Ya has hecho gran parte del trabajo. A partir de ahora me voy a pasar a los garabatos, son mejores que cualquier psicólogo.
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Pues nada, que si eso nos puedes contar algo aquí, que siempre se agradece..