Ideas...

- Hola.
- ¡Hola!
- ¿Juegas sola?
- Sí.
- ¿Y eso?, ¿es que no te gusta jugar con el resto?
- Es que el resto se han ido a navegar, ahí enfrente, ¿ves?
- ¡Ah! Sí, ya veo. ¿Y tú por qué no fuiste?
- Porque no estaba invitada.
- ¿Y que pasó para que no te invitaran?
- Una vez tomamos caminos diferentes.
- ¿Y qué caminos fueron esos?
- Ellas se echaron a perder. Decidieron no trabajar para mejorar. Pensaron que eran perfectas tal y como eran, pero se quedaron obsoletas. Yo trabajé duro, me perdí momentos divertidos para poder mejorar, y lo conseguí.
- Pero ahora ellas están allí navegando juntas y tú aquí balanceándote sola...
- Ellas se odian entre sí, luchan por aparentar ser mejores que las otras. Navegan para no ahogarse, para no caer en el olvido. Pero lo harán. Ahora soy yo la que juega. Me balanceo porque no puedo estar quieta, en cada movimiento busco algo que me haga mejor. Aunque suene presuntuoso, son ellas las que envidian mi posición y no al contrario.
- ¿De veras?, ¿me estás diciendo en serio que prefieres estar aquí sola, que allí con todas?
- La soledad es una virtud y no un defecto. Sólo la que es capaz de vivir consigo misma sin la necesidad del resto puede ser realmente feliz. Cuando eres capaz de mantener un diálogo contigo misma, eres capaz de valorar tus necesidades. Y cuando sabes lo que necesitas es cuando realmente lo puedes cubrir. Así es como, poco a poco, puedes mejorar. Pero no es un camino fácil. Por eso no todas lo consiguen. Ahora es tu turno. Siéntate y piensa en lo que te he dicho hasta que llegue tu momento.
- ¿Mi momento?
- Sí. Si fracasas te reunirás con el resto y navegarás para sobrevivir hasta que ya no te queden fuerzas y te hundas en el olvido. Si lo consigues... la satisfacción de ese momento no se puede describir...
- ¿Y tú donde vas?
- ¿Yo? ya he cumplido con mi función. De momento ya no hago más falta aquí. Pero siempre estaré en el recuerdo. Ahora te toca a ti.

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Siempre es mejor tener una buena idea que muchas malas.




Foto de Ekilargi