Volver a empezar... ¡¡otra vez!!

Ya ha pasado un año... Yo estaba tan feliz disfrutando de mis 15 días de verdaderas vacaciones, porque cuando eres estudiante puedes disfrutar de todo el tiempo libre del mundo, pero no descansas; puedes ir a todas las fiestas que quieras, pero no las disfrutas por completo; puedes estar de vacaciones en la mejor playa del mundo, pero no te relajas... y es que siempre tenemos esa mosca que nos persigue y aparece en los peores momentos, la mosca del remordimiento. Remordimiento por no haber estudiado lo suficiente (o estudiado a secas), por haber dejado ese trabajo para el último día, por no haber ido a clase a por esos apuntes tan necesarios que luego sufres tanto para conseguir...

De todas formas no nos podemos quejar, 11 meses tocandonos el bolo y un mes sentados en una mesa mirando los apuntes. Sí, digo mirando, porque si fuera estudiando no suspenderíamos... La verdad es que todo está muy bien hasta que llega el típico currito listillo de turno y te dice: "sí, sí, mucho descanso, pero yo a final de mes tengo la cuenta rebosando de dinero". Yo solía contestar con lo típico de que cuando acabara la carrera iba a estar todo el día sentada delante de un ordenador tocando los pies, pero ahora me da miedo que se haga realidad y de verdad acabe como cajera del Día, así que me callo y pienso: "Si tienes tanto dinero, ¿por qué tu madre te sigue comprando la ropa interior?"

Lo que está claro es que si eres estudiante tienes que vivir todo el día en estado de resignación. Te resignas a estudiar cosas inútiles, a asistir a clases inútiles para que te aprueben, a que te pidan trabajos que no vienen a cuento, a que te exploten en las prácticas, a aguantar charlas soporíferas a primera hora, y lo peor de todo, a que cuando acabes te contraten como becario en cualquier empresa en la que acabarás poniendo cafés por 400 euros al mes, y lo más gracioso es que quieren hacerlo obligatorio.

Yo por mi parte espero terminar este último año de carrera lo antes posible, para así poder buscar alguna enseñanza de titulación inferior en la que pueda aprender algo más (o algo a secas) y por la que tenga que pagar una pasta, y es que si hay una sóla cosa que vaya a echar de menos de esta carrera son las becas. En fin, sólo un año... eso sí no pienso resignarme a escuchar otra vez al gracioso de turno cantar la cancioncita del anuncio de "volver a empezar..." que la última vez tardé toda una semana en quitármela de la cabeza...