Tan poquita cosa

Llegamos a sus calles cuando estaba despertando
nos dio la bienvenida, pero nos la dio llorando
tras un largo paseo llegamos a la catedral
y con nuestro soniquete empezamos a callejear
dejamos al fin las maletas y fuimos a desayunar
a una de tantas plazas cuyo nombre no sé recordar
La habitación la llenamos en cuanto metimos dos trastos
después de tres días rezo por conseguir 30 metros cuadrados
Los colchones como dos piedras, la litera como el Everest
por el suelo nuestras maletas y el armario para tender
para ducharnos por los pasillos íbamos sólo en toalla
y si en la habitación se te caía, te veía toda la plaza





Recogimos a las sevillanas y nos fuimos para la Viña
que no es festival ni campo, sino barrio de maravillas
Tras una buena comida, nos fuimos para su arena
la que pisas y te enamora, ¡claro! hablo de La Caleta
Gran noche de Aspademis, primer contacto con Carnaval
aunque otras más que comparsas miraban al de seguridad

Al día siguiente fuimos a visitarla otra vez

de ella ya no nos movimos, no nos pudimos ni atrever

Las consecuencias del día quedaron bien reflejadas

nos dejó una huella en el alma y grafittis en la espalda

Con el Balneario detrás, delante el Océano entero

a la derecha Santa Catalina, a la izquierda la casa del farero

Sus aguas de plata bañan a su arena que es de oro

juntas por la noche guardan al sol como el mayor tesoro

No había día que se nos olvidara pasarnos por el Manteca
el bar que tiene más arte de toa' la Tacita entera
"Yo me quedo con el ojazos, para ti el morenito,
quillo ponnos dos cervezas y una ración de jamoncito"
Las horas se nos pasaron, me olvidé hasta de la carrera
y ¡ay qué ver! estos gaditano, de coches tienen poca idea
"¿que mi Alonso se ha salío? pues pon otras dos cervezas"
normal que cuando salíamos se me torcieran las aceras.

La noche en el Anticuario no tuvo comparación
las horas se nos pasaban entre canción y canción
tras el rato carnavalero, volvimos a pasearla
pues no te puedes ir de Cádiz sin ver la luna en sus aguas

El día de despedida, lo quisimos aprovechar
quedamos con grandes personas para irnos a charlar
con gente así por sus calles, ¿cómo no te vas a enamorar?
de esta que llaman Tacita, pero que es una gran ciudad
Ya la última despedida, pues no nos quedaban más
esta vez desde las rocas, gran sitio para pensar

Después de estos cuatro días solo te puedo decir

que algún día cuando vuelva a casa me estaré refiriendo a ti