Prácticas Incomprensibles I

El otro día me llegó, por parte de una de las personas que más admiro, un documento para el que me faltan palabras al intentar describirlo. Espeluznante, quizás. He estado leyendo sobre el tema y me ha parecido que debía compartirlo.

Hace tiempo que había oído hablar de este tipo de práctica, pero mi inocente imaginación no esperaba algo tan atroz. Os explico.

Como muchos sabréis, la situación de la mujer en el mundo ha sido tradicionalmente sumisa, entregada y en muchos casos incluso exclavizada por el hombre. Pero lejos de hacer una proclama feminista, me quiero centrar en la situación en China. Para ello os voy a hablar de una práctica, el vendaje de pies, Pies de Loto o Loto de Oro.

Se calcula que la tradición comenzó sobre los siglos IX-X, fue prohibida a principios del siglo XX, aunque hoy en día quedan una centena de mujeres, la mayoría octogenarias. Se trataba de potenciar la belleza y sensualidad de la mujer. Los cánones de belleza eran de una mujer delgada, con cara ovalada y ángulos puntiagudos (para aumentar el efecto óptico rasuraban la primera línea de cabello en la frente), los pies debían tener forma de petalo de flor de loto y eso haría que al andar (cuando eran capaces) la mujer se balanceara como flores de loto movidas por el aire. Además les era inculcada una severa disciplina, considerándose de mal gusto enseñar los dientes al sonreir, por ejemplo.

El pie ideal debía medir 7 cm y nunca pasar de 10. Hablamos del tamaño de un paquete de tabaco aproximadamente. El arco totalmento doblado y debe tener grosor y profundidad exactas para soportar una moneda. El peso recae sobre el talón y el dedo gordo, hallux. Los otros 4 dedos son fracturados y doblados por debajo del hallux. Estos dedos están literalmente muertos e incluso, en ocasiones, el quinto dedo se desprende. La piel debe mantenerse suave. Con todo esto, caminar era una tarea sumamente dolorosa para la mujer, por lo que se la condicionaba a mantener una vida casera, manteniéndolas alejadas del posile contacto con otros hombres, a cuidar a los niños y a potenciar los trabajos manuales. Así se vería un pie de loto en una radiografía:

El vendaje se solía comenzar a los 4 años de edad, cuando la niña ya había aprendido a andar. Las madres preparaban psicológicamente a las pequeñas para que no decayeran a pesar del insoportable dolor, antes de comenzar la práctica.

En la primera etapa se vendaban los dedos del pie forzándolos a doblarse hacia la planta del pie. Mediante un masaje se les daba forma fracturando las falanges al final del mismo. Para juntar el talón y los dedos del pie, el tenso vendaje oprime el pie hasta cubrirlo completamente. Sin embargo, el dedo gordo no es vendado, ya que será indispensable para no mermar completamente el equilibrio del cuerpo en el futuro, y su apoyo será necesario en la etapa de preparación del Loto de Oro. Los vendajes, después de que fueran apretados, se cosían. Sobre el pie se pondría un par de zapatos puntiagudos, que serían cambiados periodicamente por unos más pequeños, dando fin a la primera etapa.

En la segunda etapa el objetivo sería conseguir un pie más fino y estrecho. Estamos en plena etapa de contracción de la piel, lo que llevaría a los pies a sangrar y a supurar. Cada tres días, se retiraban las vendas, se desinfectaban los pies y volvían a vendarse. Cada vez que fueran vendados, la presión del vendaje sobre el pie sería aumentada, con lo que el dolor sería también más intenso cada vez. Esto se debe a que, en esta etapa, el vendaje fuerza a los pies a formar una curva hacia la planta del pie.La segunda etapa era la etapa más dolorosa. Dado que el pie ya no puede apoyarse plano sobre la tierra, incluso el menor contacto sobre él provocaría dolor. Sin embargo, en esta etapa la muchacha no puede venirse abajo; era la hora de aprender a caminar usando los talones.

La tercera etapa consiste en plegar el talón sobre la planta. Durante esta etapa, los músculos se contraen, la carne se pudre. Los dedos que en etapas previas se han doblado sobre la planta están ahora prácticamente muertos. En particular el dedo meñique, podría desprenderse del pie.

En la cuarta etapa el propósito era doblar aún más el pie para que pudiese formar un arco agradable. Además de usar el vendaje y los zapatos pequeños para apretar el pie, se usaba bambú para aumentar el arco del pie.

El resultado:

Se considera que el mayor desprecio que se le puede hacer a una mujer china es mirar sus pies desnudos.






Estos pies se consideraban sensuales, hasta el punto de no quitarse los zapatos durante la práctica sexual por la gran carga erótica que ejercían en el hombre.


Según un dicho chino

Una cara bonita es un regalo del cielo, un par de pies bonitos es trabajo mío.