Distracciones

Todo el mundo sabe que no es nada fácil ponerse a estudiar. Es aburrido, poco atractivo y en la mayoría de las ocasiones totalmente inútil (¡guau!, parece que estoy describiendo a un hombre a partir de los 50...). Esto convierte al hecho de plantarte delante de tus apuntes en la tarea menos apetecible del mundo. Pero tarde o temprano terminas por hacerlo.

Apagas el ordenador, desenchufas la tele y te alejas el móvil. Hay que evitar todas las distracciones posibles. Pero de repente, ¿qué es eso?, ¿una mosca? ¡vaya! La terminas por echar, y cierras las ventanas por si acaso. En junio la cosa se complica porque suele hacer bastante calor, aunque parece que este año ha querido acompañarnos. Así que con los niveles de concentración al máximo, abres la primera página de los apuntes y te pones a estudiar. Pero de repente todo parece muy desordenado en tu habitación, así que decides ordenarla y te lanzas incluso a hacer limpieza, es más, decides limpiar la casa entera...

¿Os suena la historia?, no será igual, pero seguro que sí muy parecida. Por eso es por lo que me suelo decidir a bajar a la biblioteca a estudiar. Para evitar las distracciones al máximo. Pero entre una espalda que me tiene loca (el de la camiseta marrón, Sandra) y el doble guapo de Puyol al que he conocido esta tarde, no hay manera... A esto le tengo que sumar los mareos y dolores de cabeza que me dan últimamente cuando bajo por las tardes...

Y encima, por si fuera poco ya, a alguna mente privilegiada se le ocurrió que el mejor momento para hacer festivales y conciertos es en junio. En exámenes.El fin de semana pasado tue a El Chojin, Linkin Park y Extremoduro a menos de 15 km de aquí, y yo encerrada en casa... Súmale la Eurocopa, la Fórmula 1, a Nadal, a los Lakers y el campeonato de gimnasia... la verdad es que no lo ponen nada fácil... Menos mal que sea como sea este va a ser el último año... aunque me cueste el aislamiento sensorial completo...